El 20 de octubre de 1977, tres días después de estrenar LP, un avión chárter Convair 240 contratado por el grupo Lynyrd Skynyrd para viajar a Louissiana, se estrelló en los pantanos de Mississippi, cuando se quedó sin combustible. Ese mismo avión había sido inspeccionado con anterioridad por la banda Aerosmith para su posible uso durante la gira del verano de 1977, pero finalmente fue rechazado ya que consideraron que ni el avión ni la tripulación cumplían las normas de seguridad. En el accidente, el guitarrista Steve Gaines, su hermana Cassie, el encargado de giras Dean Kilpatrick y el cantante Ronnie Van Zant murieron en el acto, así como el piloto Walter McCreary y el copiloto del avión William Gray. El batería Artimus Pyle, con tres costillas y el esternón rotos, junto con otros dos supervivientes seriamente heridos, los roadies Kenneth Peden Jr. y Mark Frank, salieron por su propio pie del avión y consiguieron recorrer cientos de metros hasta que se encontraron con un granjero de la zona, que alarmado por el estruendo, había decido acercarse a investigar. Artimus aseguró que Johnny Mote, el citado granjero, le disparó en la espalda, asustado por la aparición de los jóvenes ensangrentados. Él, por el contrario, proclamó que solo realizó un disparo al aire, al oír que alguien se acercaba y no sabía si eran personas o animales.
Billy Powell, teclista del grupo, declaró tiempo después que el avión se estrelló debido a las peleas y el tumulto que se había organizado a bordo entre varios miembros de la banda. Billy se amparaba en los hechos que certificaron que el cantante Ronnie Van Zant apareció con la cabeza totalmente aplastada y machacada como si le hubieran golpeado repetidamente, y que la garganta del guitarrista Cassie Geaines estaba rajada de lado a lado y terminó su vida momentos antes del choque muriendo en brazos del propio teclista. Las posteriores autopsias desmintieron esos hechos y demostraron que tales heridas se produjeron como consecuencia del impacto, pero Billy está convencido de lo contrario y aún hoy en día asegura que él sabe realmente lo que pasó abordo en ese momento y, por respeto, no quiere dar más detalles sobre el asunto. Artimus Pyle, por su parte declaró que si la cabeza de Ronnie estaba aplastada era debido a que le cayó encima parte del equipaje, incluyendo unas bolsas que contenían primitivos aparatados de vídeo Betamax y monitores Trinitron. Las víctimas fueron llevadas al hospital de McComb, Mississippi, en ambulancias y otros vehículos. El guitarrista Leon Wilkeson tenía los brazos casi amputados, la mandíbula rota y sufrió lesiones internas severas como resultado del accidente. El también guitarrista Allen Collins terminó con dos vértebras astilladas en el cuello y lesiones en un pulmón. Gary Rossington, guitarra acústica, con una conmoción cerebral, piernas y brazos rotos y tardó muchos meses en recuperarse.
Leslie Hawkins, cantante, sufrió una conmoción cerebral, daños neurológicos, severas laceraciones faciales, que requirieron muchas operaciones de cirugía estética, y el cuello roto por tres lugares, nunca se recuperó totalmente de las lesiones. El teclista Billy Powell sufrió laceraciones faciales severas, su nariz fue prácticamente seccionada de la cara. Gene Odom, encargado de la seguridad del grupo, se quemó seriamente un brazo y la cara y perdió la vista de un ojo. En 1987, los supervivientes del accidente se unieron a Johnnie Van Zant, hermano pequeño de Ronnie Van Zant, y comenzaron una nueva singladura no exenta de interés. Otro oscuro episodio protagonizado por la banda tuvo lugar en los primeros años de la década de los noventa, cuando el guitarrista Ed King encontró al bajista Leon Wilkeson con la garganta cortada y sangrando abundantemente en el autobús de la gira. Por suerte, los servicios médicos llegaron a tiempo para salvar su vida. Nunca se ha esclarecido el asunto. King culpa a la novia de Leon, mientras que ésta asegura que fue el propio Ed King, durante una de sus frecuentes borracheras, el que intentó degollarlo.
Billy Powell, teclista del grupo, declaró tiempo después que el avión se estrelló debido a las peleas y el tumulto que se había organizado a bordo entre varios miembros de la banda. Billy se amparaba en los hechos que certificaron que el cantante Ronnie Van Zant apareció con la cabeza totalmente aplastada y machacada como si le hubieran golpeado repetidamente, y que la garganta del guitarrista Cassie Geaines estaba rajada de lado a lado y terminó su vida momentos antes del choque muriendo en brazos del propio teclista. Las posteriores autopsias desmintieron esos hechos y demostraron que tales heridas se produjeron como consecuencia del impacto, pero Billy está convencido de lo contrario y aún hoy en día asegura que él sabe realmente lo que pasó abordo en ese momento y, por respeto, no quiere dar más detalles sobre el asunto. Artimus Pyle, por su parte declaró que si la cabeza de Ronnie estaba aplastada era debido a que le cayó encima parte del equipaje, incluyendo unas bolsas que contenían primitivos aparatados de vídeo Betamax y monitores Trinitron. Las víctimas fueron llevadas al hospital de McComb, Mississippi, en ambulancias y otros vehículos. El guitarrista Leon Wilkeson tenía los brazos casi amputados, la mandíbula rota y sufrió lesiones internas severas como resultado del accidente. El también guitarrista Allen Collins terminó con dos vértebras astilladas en el cuello y lesiones en un pulmón. Gary Rossington, guitarra acústica, con una conmoción cerebral, piernas y brazos rotos y tardó muchos meses en recuperarse.
Leslie Hawkins, cantante, sufrió una conmoción cerebral, daños neurológicos, severas laceraciones faciales, que requirieron muchas operaciones de cirugía estética, y el cuello roto por tres lugares, nunca se recuperó totalmente de las lesiones. El teclista Billy Powell sufrió laceraciones faciales severas, su nariz fue prácticamente seccionada de la cara. Gene Odom, encargado de la seguridad del grupo, se quemó seriamente un brazo y la cara y perdió la vista de un ojo. En 1987, los supervivientes del accidente se unieron a Johnnie Van Zant, hermano pequeño de Ronnie Van Zant, y comenzaron una nueva singladura no exenta de interés. Otro oscuro episodio protagonizado por la banda tuvo lugar en los primeros años de la década de los noventa, cuando el guitarrista Ed King encontró al bajista Leon Wilkeson con la garganta cortada y sangrando abundantemente en el autobús de la gira. Por suerte, los servicios médicos llegaron a tiempo para salvar su vida. Nunca se ha esclarecido el asunto. King culpa a la novia de Leon, mientras que ésta asegura que fue el propio Ed King, durante una de sus frecuentes borracheras, el que intentó degollarlo.